Después de 4 horas de negociación entre el gobierno boliviano y la dirigencia de Potosí no se logró un acuerdo para solucionar el conflicto que lleva 16 días. La tensión aumentó luego que Morales no presenciara la reunión. La tensión aumentó hoy después que los dirigentes del departamento boliviano de Potosí no consiguieran dialogar con el presidente Evo Morales para que su gobierno solucione un litigio sobre límites y otras demandas.
En 16 días de disputa, el gobierno no logró aún, tras siete intentos, que las autoridades de los departamentos de Potosí y Oruro se sienten a la mesa de diálogo a fin de resolver el conflicto entre dos municipios de esas regiones por límites territoriales de un cerro rico en uranio, mármol y piedra caliza. Los dirigentes de Potosí piden reunirse con Evo Morales y no con sus ministros.
Los habitantes de Potosí también piden la construcción de un aeropuerto internacional en la zona, conservar la estructura cónica del Cerro Rico, la construcción de caminos, rehabilitación del polimetalúrgico Karachipampa y la instalación de una fábrica de cemento en inmediaciones del cerro Pahua.
El último intento fracasó el jueves porque no asistió el presidente Morales a Sucre sino que envió a tres ministros para dialogar con los dirigentes regionales de Potosí, quienes concedieron un plazo hasta hoy para que el mandatario atienda personalmente la demanda regional.
"Si no llega Evo Morales a Sucre, volveremos a Potosí y optaremos por medidas de protesta más drásticas", advirtió Celestino Condori, presidente del Comité Cívico Potosinista, organización que lidera la protesta regional.
La protesta apunta al corte de energía eléctrica de la mina San Cristóbal, filial de la japonesa Sumitomo, para paralizar por completo la producción de un rico yacimiento de plata, plomo y zinc. Tampoco se descarta una marcha de protesta desde Potosí a La Paz para recorrer unos 450 kilómetros hasta conseguir un contacto directo con Evo Morales.
La protesta de Potosí se extendió a las principales ciudades de Bolivia, donde residentes potosinos se han declarado en huelga de hambre en apoyo al paro indefinido con bloqueo de carreteras en Potosí, que afecta conexiones con el norte de la Argentina y Chile.
"Potosí federal, con su cerro y su salar", era el estribillo coreado sin cesar por los dirigentes potosinos que abandonaron la sala de la gobernación de Chuquisaca, donde había tres ministros y representantes del departamento de Oruro.
Pero el presidente Evo Morales rompió el jueves el silencio y advirtió que detrás del paro de Potosí existe una conspiración política por grupos desplazados en las urnas y en las calles.
Morales está convencido que en el prolongado paro existe "una acción política porque convierten reivindicaciones regionales en movimientos de conspiración contra el proceso". En las elecciones nacionales de diciembre de 2009 Potosí respaldó a Evo Morales con un 67 por ciento de los votos, convirtiéndose en unos de los bastiones del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS).
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas en Bolivia alertó el miércoles que el bloqueo de carreteras en el departamento de Potosí viola los derechos humanos y el derecho a la libre movilización.
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