El mundo del balompié se olvida de la crisis del mundo

Uno de los capitanes de la selección española de fútbol, Iker Casillas, declaro unos días atrás: «Todo el mundo sabe que el fútbol siempre está aparte del resto del mundo. Si se paga una gran cantidad de dinero, como ha ocurrido con Cristiano Ronaldo, es porque se puede hacer». La opinión del guardameta del Real Madrid se complementa con los presupuestos y gastos que hacen los equipos españoles y europeos más destacados.

«Lo que genera un club en ventas de camisetas o lo que gana un jugador por publicidad supera el beneficio de cualquier otra empresa», aseguran los directivos enlazados con una gran marca de ropa. Pero, ¿será apropiado hablar de millones de euros en estos tiempos? Para unos, la respuesta es clara: «Las sociedades deportivas son entidades privadas, por lo que pueden hacer lo que quieran, siempre dentro de una legalidad. Cada cual hace lo que mejor crea para sus intereses», destacan fuentes cercanas a un club puntero en España.

Sin embargo, estas palabras se oponen a otros puntos de vistas. «Algunas veces los aficionados deberían darse cuenta de que están 'insultando' a muchas personas cuando hablan de gastos por cosas superfluas, sobre todo, porque hay gente, incluso en países desarrollados, que están mendigando», mantienen ONG's, criticando la vigente situación del deporte. «No se puede consentir que la presentación de una persona sobre un césped tenga mayor repercusión que los cientos de niños que mueren a la semana», condenan otros organismos.